En un espíritu de solidaridad AMI busca conseguir la mejor protección de las personas en función del nivel de vida y el coste del acceso a la salud en cada país. Por este motivo AMI propone varias opciones de cotización en función de distintos niveles de cobertura.
El miembro beneficiario de AMI debe dirigirse a la colectividad de la que depende (congregaciones, provincias, diócesis, casas autónomas, etc.) para todo lo relativo a las prestaciones, solicitud de información u otras cuestiones.
La ayuda que corresponda dependerá del país y de la opción elegida.
En ciertos hospitales aprobados (Abidjan, Hôpital Saint Joseph en París), el EMI practica Pagos a terceros y pagará la factura (excepto el paquete de habitación privada). Sin embargo, es recomendable consultar previamente, ya que se debe solicitar un soporte a la Sección.
Los grupos de Ayuda Misionera Internacional pueden solicitar una ayuda excepcional para poder completar una parte de las ayudas correspondientes a grandes gastos de salud como una hospitalización o cuidados dentales, auditivos o de óptica muy onerosos, complementar la ayuda de las repatriaciones sanitarias y ayudar a las congregaciones más frágiles en su obligación de asistir a sus miembros en los casos más graves.
La Ayuda Misionera Internacional ha elegido a MUTAS, asociación sin ánimo de lucro, para que se encargue de la repatriación sanitaria en casos de enfermedad grave. Esta posibilidad se reserva a los afiliados de la opción internacional 1 y 2.
La Ayuda Misionera Internacional está abierta a todo instituto diócesis, asociación de fieles y otras comunidades religiosas cristianas «que protejan a sus miembros en el ámbito de la salud». Y así da la oportunidad a Superiores/as y Obispos de cumplir con su obligación canónica protegiendo a sus miembros.
